lunes, 10 de febrero de 2014
Madurar
Antes de madurar debes enamorarte tres veces. Una vez de tu mejor amiga, arruinando tu amistad para siempre. Esto te enseñará quienes son tus verdaderos amigos, y la delgada línea que hay entre la amistad y algo más. Otra vez, debes enamorarte de alguien que creías que era perfecta, aprenderás que nadie es perfecto, y que nunca debes ser tratado inferior a lo que mereces. Debes enamorarte de alguien que es exactamente como tú. Esto te enseña acerca de quién eres y quien quieres ser. Y cuando hayas terminado con todo eso, te darás cuenta que las personas que se preocupan por ti, también te hacen daño, y que esos que te hacen daño son los que más necesitas. Pero sobre todo aprenderás que el amor es solo un concepto, no se puede definir. Es diferente en cada persona que lo experimente. Y aprenderás a respetar a todo el mundo, porque todos lo que queremos es solo ser amados.
No te enamores
"...No te enamores de una mujer que lee, de una mujer que siente demasiado, de una mujer que escribe... No te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca. No te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además sabe volar; una mujer segura de sí misma. No te enamores de una mujer que se ríe o llora haciendo el amor, que sabe convertir en espíritu su carne; y mucho menos de una que ame la poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música. No te enamores de una mujer a la que le interese la política y que sea rebelde y sienta un inmenso horror por las injusticias. Una que no le guste para nada ver televisión. Ni de una mujer que es bella sin importar las características de su cara y de su cuerpo. No te enamores de una mujer intensa, lúdica, lúcida e irreverente. No quieras enamorarte de una mujer así. Porque cuando te enamoras de una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no, de ella, de una mujer así, JAMÁS se regresa..."
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